
El actor sueco Bill Skarsgard ya nos heló la sangre en el remake de It, llenando a cabalidad el vació dejado por el anterior Pennywise, el inolvidable Tim Curry. Esta vez, regresa con más payasadas pero en otro ámbito y en circunstancias muy distintas: nada menos que para enseñarnos el origen del famoso Síndrome de Estocolmo. Sabemos que este síndrome es un fenómeno paradójico en el cual la víctima desarrolla un vínculo positivo hacia su captor como respuesta al trauma del cautiverio pero conocer la historia del delincuente que inspiró este nombre, ¡es otro nivel!
Clark Olofsson es un ladrón, estafador y criminal sueco, famoso por sus andanzas desde la década del 70 hasta la actualidad, donde ha robado un sinnúmero de negocios, agencias bancarias y ha engañado a todos (incluso a la policía), ha entrado y salido de cárceles en varios países y se ha burlado de la autoridad, del amor e incluso de él mismo. Esta miniserie, casi biopic, relata la vida criminal de Olofsson desde su adolescencia hasta su robo más emblemático en agosto de 1973: el banco Kreditbanken, ubicado sobre la plaza Norrmalmstorg de Estocolmo. Una cajera que había sido tomada como rehén por el simpático protagonista, lo defendió a ultranza y mencionó estar enamorada perdidamente del antisocial. la cobertura mediática que recibió este acontecimiento, elevó a Clark a la categoría de antihéroe nacional casi idolatrado por ser un “pillo buena gente” y por su facilidad para escapar casi de cualquier encierro.
La producción para Netflix es totalmente sueca, y como buena producción europea tiene varias características muy marcadas: el desparpajo sexual, tratamiento visual de locos y un sentido del humor afinado. Seguramente, los guionistas y el director se tomaron varias licencias dramáticas en honor al efecto cinemático, pero lo que no me gustó para nada es que siempre se ridiculizó a la autoridad. Los policías de varios países desfilaban tratando de atrapar al carismático criminal, pero todos parecían ser bastante ineptos y estúpidos, no creo que se haya dado de esa manera en la realidad.
Recuerdo varias películas que hablaban de este raro síndrome humano. Se me vienen a la mente Dog Day Afternoon del fabuloso Sidney Lumet, The Crying Game del aclamado Neil Jordan, y ni hablar de la serie más exitosa de habla hispana de la historia: La Casa de Papel. Pero volvamos a esta obra que escarba en la mente de un hombre con hogar disfuncional que desde niño ha preferido la forma más fácil de ganarse la vida. La miniserie también cuestiona nuestra posición frente a ciertos valores que vienen desde la infancia y que podrían distorsionarse en nuestro camino a la adultez. Un gran ejercicio que debemos repasar mientras nos divertimos viendo todo lo que queremos ser, pero no podemos…