Recuerdo el estreno de Twister en el verano de 1996, Hellen Hunt y Bill Paxton eran artistas muy populares por esa época y protagonizaron una electrizante historia que dejó a toda la sala con un buen sabor de boca. La edición de sonido y los efectos CGI estaban bastante bien realizados, tomando en cuenta la tecnología con la que se contaba en esos tiempos. Al ver la nueva versión del 2024 con toda la modernidad encima, noto que la antigua película sigue conservando su dignidad y probablemente sea hasta preferida por algunos nostálgicos.
Pero volvamos a la acción en el presente, y a esta Twisters tampoco le falta nada para entretener hasta el tuétano. La receta contiene al galán holywoodense de moda: Glen Powell (Con todos menos contigo, Top Gun) y la emergente estrella juvenil Kiernan Shipka (Mad Men, Riverdale), además de una remozada historia, más acorde a nuestros días, acompañada de efectos alucinantes y el típico humor gringo que se combina a la perfección con la aventura y la acción.
Sin embargo, aquí los verdaderos protagonistas son los tornados masivos y monumentales de categoría F5, que pululan a lo largo del sureño estado de Oklahoma y que, a pesar de ser frecuentes, mantienen en alerta a toda la población. Varios equipos científicos persiguen a los gigantes de viento para realizar mediciones y tratar de intuir sus recorridos, además de ayudar a las poblaciones que ya han sido arrasadas. Pero siempre los protagonistas llegarán demasiado lejos, o más bien, demasiado cerca de estos fenómenos naturales, lo que pondrá en inminente peligro sus vidas.
No podía faltar el romance entre la parejita protagonista, aunque aquí solo queda sugerido porque no se dan ni un piquito, lo cual deja que la historia se cuente por sí sola, sin presiones sentimentales, fluyendo más y dejando que la audiencia disfrute de la verdadera aventura. La historia no pretende ser recordada por la eternidad pero cumple su rol de entretener, sin faltar ningún elemento del guion como el detonante, los puntos de giro y el clímax final. Como dato adicional, Steven Spielberg funge como productor ejecutivo con su compañía Amblin Entertainment, aunque no parece que se haya vinculado demasiado con la producción.
Tornados es pura diversión sin pretensiones, aunque siempre se puede sacar conclusiones que no son muy alentadoras: el cambio climático ya ha causado muchos estragos a nivel planetario y la devastación humana se sigue manifestando de forma brutal en la naturaleza. Debemos dejar la comodidad de nuestros móviles y de las redes sociales para tomar acción, desde lo más sofisticado, como usar autos eléctricos, a lo más sencillo, como guardar en nuestras pertenencias esa botella de plástico que pretendemos botar en cualquier lugar. La casa grande se extingue porque nosotros somos depredadores de nuestro propio patrimonio. Si no tomamos acciones, dejaremos de ser dueños para ser inquilinos desahuciados.