Patada al aburrimiento

Hace un par de años, un buen amigo me dijo que había una extraña secuela de Karate Kid disponible en YouTube. No era muy común seguir una serie en esa plataforma por aquellos años, así que la dejé ir a pesar de las recomendaciones de mi amigo. Sin embargo, siempre quedó una inexplicable nostalgia por volver a ver a ese temeroso muchacho karateca que emergió más fuerte desde los inciertos terrenos de la humillación. Daniel San fue un héroe de mi infancia y de la de toda una generación, nos demostró que los débiles también pueden ganar y quedarse con la chica linda.

Ya en Netflix, y con toda la fama que la precede, me senté a maratonear las 3 temporadas de Kobra Kai. Los protagonistas, cincuentones pero bastante conservados, dejaron atrás aquella dulzona historia de 1984 y sus 2 secuelas para enfrentar los conflictos que les trae la modernidad y los hijos, aunque en circunstancias diametralmente disímiles. El argumento es sencillo: el hijo y el protegido de los antiguos rivales ahora se enfrentan por el amor de la hermosa hija de Daniel, Samantha (Mary Mouser). Esto desatará una serie de conflictos que alcanzarán proporciones trágicas en la vida de todos.

Debo resaltar el gran trabajo de guion, que invierte los papeles magistralmente, ahora Daniel Larusso (Ralph Machio) es un remilgado y santurrón empresario que exaspera con su actitud y toma el papel de cuasi villano; mientras el otrora malévolo Johnny Lawrence (William Zabka) ahora es un solitario alcohólico digno de toda nuestra piedad y simpatía. Sin embargo, la verdadera fórmula ganadora se da con los protagonistas adolescentes, chicos encantadores y frescos que mantienen intacta la veterana competencia entre el bien y el mal, pero que incluyen problemas propios de estas épocas (tecnología, tolerancia, bullying, etc.) dentro de la trama.

El espíritu del maestro Miyagui se pierde un poco por haber fallecido hace algunos años,  y el karate como disciplina pasa a un segundo plano ante la cantidad de historias que contar, pero podrán disfrutar de toda la maldad irradiada por el veterano y maquiavélico sensei Johnn Creese (Martin Kove), quien es realmente un gran villano y nos sobrecoge solo con su oscura presencia. Podríamos decir que es un festival de personajes secundarios, ya que los antiguos papeles de reparto toman posiciones estelares en la trama actual.

Cobra Kai es un agradable viaje al pasado, pero también es una gran promesa en el presente. ¿El futuro? Seguramente se estrenarán más temporadas. Mientras tanto, quiero ver más…

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