Un payaso bueno
Mi primer contacto con Robin Williams fue en 1980, tenía 5 años y mi padre me llevó al cine para ver a uno de mis ídolos desde que gateaba: Popeye, el marino bonachón que se convertía en fortachón cuando ingería espinacas. Y como muchos niños alrededor del mundo, me atraganté con la hortaliza en todas …